Puede sonar a paranoia conspirativa a la altura de la de los masones, pero resulta más que probable que su protagonismo en la sociedad actual esté a la altura de organizaciones más históricas y supuestamente más preponderantes. En España y otros países aún se están asentando, pero Estados Unidos congrega a 1200 de los 1500 que existen en todo el mundo. ¿Hasta que nivel dominan el ámbito político, económico o social de este país? Y lo más importante ¿hasta que punto les (nos) tienen sorbidos el seso? Difícil de medir cuando no conocemos el alcance de sus acciones de manera oficial.
La diferencia entre éstos y los lobbies se basa en la independencia respecto a otras instituciones, exceptuando los ya comentados asociados a partidos. ¿Y quién nos garantiza que no cuentan con intereses y amiguismos que se interpongan en sus labores de investigación? En un mundo como el que vivimos, absolutamente nadie. En mi más sincera opinión, los think tanks me parece una (relativamente) nueva manera de dominar a la opinión pública (entre otras cosas), en la que somos nosotros los últimos perjudicados. Puede que naciesen con otras finalidades, pero como casi siempre, el poder degrada la mayoría de instrumentos destinados a beneficiarnos como sociedad para convertirlos una sombra de lo que algún día fueron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario